lunes, 13 de diciembre de 2010

Haciendo Hallacas en San Francisco.




Aqui les dejo el link de Adriana quien se ha encargado de difundir nuestra comida acá en San francisco. Contentos la acompañamos y comimos sus deliciosas Hallacas!
http://adrianalopezblog.com/2010/12/hallacadas-2010/

sábado, 4 de diciembre de 2010

A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” Teresa de Calcuta

Amigos, recibí esta información de el centro "Aquamater" y quiero ayudar a adifundirla: "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” Teresa de Calcuta.
A veces no tenemos claro cómo apoyar a nuestros hermanos y hermanas en tiempos de contingencia, como las que se presentan durante las lluvias en nuestro país en este momento.
Tú tienes la oportunidad de ayudar a más de 200 mujeres que se encuentran en los refugios y están embarazadas, un estado que requiere cuidados extraordinarios, sosiego y seguridad.
La Asociación Civil Nueve Lunas, gracias al aporte de Aquamater. Maternidad Conciente, ha conformado un plan de apoyo para las hermanas que se encuentran en refugios, mediante la donación de insumos específicos para mamá y recién nacido/a, y un programa de contención psicológica, preparación al parto y lactancia.
Adicionalmente, nuestras voluntarias, médicas y doulas capacitarán al equipo encargado del refugio para apoyar a las embarazadas en momentos críticos, como contracciones, depresiones y partos, así como para garantizar un proceso exitoso de lactancia.
Sabemos de tu compromiso con la crianza y solidaridad para crear un nuevo mundo libre de violencia, más solidario y más sano, por eso estamos seguras de que nos apoyarás en esta iniciativa.
Las primeras colaboraciones serán destinadas a los refugios de la Parroquia La Vega, en colaboración con el Parque Social de la UCAB y otros aliados.
Cómo colaborar
Hemos activado un centro de acopio en nuestra sede el que estaremos recibiendo insumos para armar kits individuales que cubran algunas de sus necesidades específicas. Tú puedes ser parte activa, donándonos un kit o apoyándonos como voluntario/a.
Tal vez de tu embarazo te quedó ropa en buen estado, o de tu bebé, te agradeceríamos muchísimo que nos la hagas llegar clasificada y bien lavada.
Además, puedes armar tú mismo/a un(os) kit(s) y llevárnoslo(s), ve a tu farmacia más cercana y tráelo en su bolsita para tenerlo lo más organizado posible.
Como voluntaria/o en el centro de acopio para armar los kits
Como profesional o madre voluntaria para acompañarnos en los refugios entregando los insumos y dando charlas sobre lactancia, yoga, masajes, cuidados del recién nacido/a
Qué contienen los kits
Kit Mater (para embarazadas) contiene:
1 Crema humectante
1 Complemento vitamínico (multivit, calcibon o ferroce)
Franela/pantalón de embarazada
1 Sostén de lactancia
1 frasco de flores de Bach Rescate
Kit Díada (para madre y recién nacido) contiene:
1 Kit Mater
1 Pack de toallas sanitarias
1 Pack de protectores de lactancia
1 conjunto de recién nacido
1 pack pañales de algodón
Packs de pañales recién nacido
1 toalla pequeña
1 pequeño cojín
Los kits van acompañados por instructivos y afirmaciones para sortear la contingencia de la manera más sana posible.
A dónde llevarlo
Aquamater, Calle Roraima de Chuao, Qta. ISA, frente a la Av. Río de Janeiro, al lado del Consulado de Cuba.
NOTA: Estos son los únicos insumos que se reciben en el centro de acopio Aquamater
Agradecemos tu gentileza en colaborar. Namasté

miércoles, 21 de julio de 2010

Mi Venezuela amada!


Mi reciente viaje a Venezuela significó, como casi todos los viajes lo son , un punto de quiebre en muchos sentidos que luego comentaré, pero sobre todo me enfrentó con una realidad que me ha costado todo este tiempo terminar de analizar y comprender. La realidad que ví no tiene nada que ver con esa realidad de la que hablan los titulares de prensa, o el lugar común que nos tiene poseídos que es el de quejarnos por absolutamente todo. Al contrario, nada más feliz para mi que aterrizar en Maiquetía y maravillarme con tanto verdor, con esa selva que se nos viene encima y que da la sensación que si dejáramos de podar las matas y cortar el monte por 6 meses, el Avila nos tragaría y la ciudad desaparecería. Me encanta subir desde la Guaira y mirar por el retrovisor el mar y saber que en un rato (dependiendo de la cola) estaré en Caracas y a pesar de tanto concreto y caos sólo tendré que voltear la mirada, no importa si estoy en Qta Crespo, en el Cafetal, en la Trinidad o en la Urbina, el Avila siempre estará ahí vigilante, para recordarme que estoy en casa, en el lugar al que pertenezco.


Por supuesto esta vez hablé de mi Blog en todos lados, pero lo más sobresaliente fue la entrevista con mi querido Luis Chataing, gracias a ella muchos de ustedes me han escrito. Aunque traté de dar una visión muy general en el poco tiempo de la entrevista y de no ahondar en detalles a esa hora de la mañana, rodeada de estos tres hombres que me miraban como loca, traté de dar mi visión sobre una manera de vivir de la cual nos estamos alejando cada vez más y más. Me sorprendió luego al salir de la entrevista como un amigo que escuchó la entrevista me dijo: “¡Tan linda! Como te has creado un mundo rosado para abstraerte de la realidad”. A mi mente vino inmediatamente la madrugada del parto sintiendo las contracciones cada vez más fuertes sin pedir nunca anestesia o algún calmante, recordé como caía dormida entre contracción y contracción exhausta durante esa madrugada. También me ví obligandome a amamantar a Theo llorando y puteando del dolor y repasé los últimos 15 meses de mi vida donde cada noche me levanto sin molestarme cada dos horas a mecer, a dormir, a cambiar o a simplemente arrullar a Theo que se niega a dormir de corrido. Después de repasar todo esto estoy tratando todavía de encontrar ¿Qué fue lo que le pareció rosado o fácil a mi colega que lo hizo pensar que yo me abstraía de la realidad cuando yo siento exactamente todo lo contrario?

Vivir la realidad, enfrentarla, experimentarla con todo mi ser, despierta, atenta, tratar de atrapar en mi memoria cada momento de mi vida, que no sienta que se me pasó la vida sin vivirla. Tratar de aprehender cada minuto junto a Theo, sus risas, sus llantos, sus miedos. Tratar de estar conciente de mi vida todo el tiempo posible, de lo que me asusta, de lo que amo y me emociona, tratar de cuestionarme a mí y a lo que me rodea, de hacerme preguntas y no de despertar un día y ver a mi hijo como a un extraño sintiendo que la vida se me fue… esa es mi meta.


Yo pienso que estamos muy confundidos. Nos han repetido tanto el mensaje que ya lo vemos cómo una realidad, como la única realidad posible.


Theo nació al comienzo de la semana 41. Las cesáreas te las programan siempre para la semana 37 o 38. Yo recuerdo cómo fui a mi último chequeo la semana 40 y la enfermera me dijo: “Si quieres te podemos inducir el parto porque ya es tiempo”. Yo, como cualquier otra madre estaba ansiosa y tenía miedo. Debo confesar que me sentí tentada a que me tomaran de la mano como una niñita y me dijeran qué hacer, a qué hora y cómo. Que me anestesiaran, que decidieran todo por mí y salir de eso ya de una vez, que me dieran a mi niñito rápido para verlo. Menos mal no creo en las pelvimetrías y nunca me la hice porque, hay cabezas grandes, hay cabezas muy grandes y después viene la cabeza de Theo que fue la cabeza más grande que ha recibido mi partera. Menos mal tampoco me hice un eco los días previos porque hubiesen visto que Theo pesaba más de 4 kg, venía con el cordón en el cuello y además no de coronilla como todos los bebes sino de cara. Sólo por una de estas razones en Venezuela me hubiesen hecho la cesárea rapidísimo y yo me hubiese asustado al oír todo eso y me la hubiese dejado hacer. Yo confié en que la naturaleza es sabia y confié en la calma que mi corazón sentía sabiendo que todo iba a salir perfecto.


Particularmente no le veo nada de rosado o infantil al hecho de tomar las riendas y la responsabilidad de “mi” vida, de “mi” felicidad y pagar el precio y las cicatrices de ser adulta. No dejé que nadie interviniera en “mi” decisión de tener a Theo en casita, protegida por los seres que amo, alentada por todas las generaciones de mujeres valientes que parieron de la misma manera durante siglos y siglos. ¿Por qué tenemos tanto miedo a reconocer que somos capaces de todo, que hay una fuerza increíble y perfecta capaz de crear el milagro de un nuevo ser? ¿Que cómo mujeres mamíferas la naturaleza nos dió el privilegio de la maternidad gracias al cual somos capaces de transformarnos en fieras terribles o enternecernos hasta las lágrimas? ¿Por qué nos quieren amputar ese poder? ¿Por qué no confiamos en nuestro instinto, en nuestra intuición, en nuestra naturaleza sabia y perfecta?

Porque es más fácil tener miedo, es más fácil que otro se encargue y nos diga que hacer, cómo vestirnos, cómo comer, a quien odiar y a quien querer. Lo bueno y lo malo. Y así vivimos y nos convertimos en cómplices y esa ceguera nos lleva a hacerle daño a lo más puro que tenemos: nuestros hijos. Quién haya hecho un curso de Renacimiento sabe el daño que nos hacen al sacarnos antes de tiempo del vientre, ya se sabe que ese procedimiento genera daños y enfermedades para toda la vida porque no permite que el niño se inmunice con las bacterias de la madre a travez del canal vaginal y traemos niños alérgicos y débiles innecesariamente. Ya se sabe que el nacer es la primera gran victoria que queda grabada en el subconsciente creando un temperamento de luchadores y no de seres desconectados y sin voluntad. Se sabe que el estrechamiento craneal del bebé durante el parto es un masaje para el cerebro que activa la inteligencia. Ya se sabe que la euforia y adrenalina del parto es capaz de actuar como analgésico ante el dolor y que todos los procedimientos que le hacen al bebé recién nacido al apartarlo de su madre constituyen un trauma innecesario y postergable.

El mundo está caminando en dos distintas direcciones: una terrible y autodestructiva capaz de actos propios de una película de terror: se sueltan virus para vender más vacunas, se matan inocentes y se destruyen ciudades por energía, se secuestran, venden y matan niños por sus órganos, se someten a animales inteligentes a sufrimientos de por vida para alimentarnos conectados a máquinas que les generan dolor y enfermedades, mueren millones de especies intoxicadas en el mar por nuestra avaricia… este es nuestro mundo y todos sómos complices porque no cuestionamos nada.

También hay otro camino, el de negarnos a aceptar todo lo que nos dicen, el de un mundo donde tantos avances estén a favor de salvarnos y ayudarnos cuando es preciso. Un camino donde empecemos a vivir la vida y no donde la vida nos viva a nosotros. Un camino donde nos oímos y hacemos nuestro mejor esfuerzo por entender el mensaje, un camino donde no importa que no duerma lo suficiente para poder escribir estas líneas desde el fondo de mi alma y tratar de tocar el corazón de algunos de ustedes, de los que se habrán tomado el tiempo y el cariño de llegar hasta al final… Gracias.





domingo, 23 de mayo de 2010

maminatural


Uno de los grandes poderes de la feminidad es la intuición y el mejor momento para escucharla es cuando te conviertes en madre. Cuestionar todo, oír a tu corazón y seguir tu instinto, ese es el camino para ser una: Maminatural.

No lo cargues que se mal acostumbra!!!







- !No lo cargues que se mal acostumbra!
- Si duerme en tu cama no lo sacas mas nunca.
- Déjalo llorar para que se le desarrollen los pulmones.
- Déjalo llorar porque ellos son de un manipulador!
- La manera de pasarlo a la cuna es dejándolo llorar.

- ¿Y todavía le das teta?

Cuando oía alguna de estas frases mi corazón empezaba a emitir señales de alerta y mi intuición repetía: "No oigas esto".

Si alguien cargó a su hijo hasta quedar torcida, fui yo. Nunca mis brazos se negaron a un pedido suyo. Siempre que Theo requirió y requiere mi atención y mi cuidado ahí estoy para él. Y la razón es muy simple: ¿Si su propia Mamá no responde a sus pedidos de brazos bien sea porque esta cansado, tiene miedo, tiene hambre, le duele algo o simplemente necesita cobijo, quién lo va a hacer? ¿Acaso no estamos nosotros, los padres, para responder amorosamente a las demandas de ese hijo que no puede caminar, hablar o protegerse y que lucha desesperadamente por expresarse, llorando, que es la única manera en la que puede hacerlo?

Después de 13 meses no he reconocido ninguna manipulación de Theo cuando llora, y su fortaleza y confianza en sí mismo no vienen porque lo haya dejado llorar, muy por el contrario, la cuna dejó de ser un lugar horrible para él en el momento en que junté nuestra cama con su cuna, eliminando la puerta de ésta y él se sintió libre de ir y venir a su antojo de la cama a la cuna y viceversa, todo era un solo espacio donde estaba protegido y cerca de papi y mami. Resultó que dormía más cómodo en su cuna tocándome siempre y poco a poco fui corriendo la cuna un poco más lejos poniéndole una barandita baja de protección de esas que se les ponen a las camas de los niños para que no se caigan. Lo pude pasar a su cuna sin traumas, sin dejarlo llorar, sin amargarme ni hacerlo sentir abandonado, a su tiempo, a nuestro ritmo, desoyendo cualquier técnica que no me sonara amorosa. A veces me asusta lo crueles que podemos ser los padres con nuestros propios hijos, dejándolos llorar aterrorizados en la oscuridad de un cuarto.
"Ningún animal se comportaría tan cruelmente con sus crías."

Mi meta es siempre seguir mi corazón y observar cómo se comportan los animales con sus hijos, allí siempre encuentro las respuestas y Theo, que ya camina, cada vez quiere pasar menos tiempo en mis brazos, así que me consuelo sabiendo que lo tuve pegado a mí hasta el cansancio.

Ahora sólo me queda disfrutar cuando, después de alguna nueva victoria caminando, corre aplaudiendo hacia mí y me abraza, poniéndome la mejilla en mi boca para que lo bese. Y me queda la satisfacción de saber que Theo será un hombre cariñoso, considerado con el sufrimiento ajeno y generoso en afectos porque esos fueron los primeros ejemplos que papi y mami le dieron.

lunes, 12 de abril de 2010

Probando subir mansajes desde mi cel!

martes, 16 de marzo de 2010

Conociendo el Amor... y el Miedo.





Como actríz que soy, yo todo me lo tomo a pecho. Todo para mí siempre ha sido muy serio. Todavía recuerdo cuando una vez mi papá llegó de sorpresa al colegio y yo no cabía de la felicidad pensando que había ido a visitarme. La realidad era que la Directora lo había llamado porque yo me negaba a participar en el acto del colegio. Mi papá, la Directora y yo nos reunimos y tuve que explicarle nuevamente a la Directora, pero ahora frente a mi papá, que yo pasaba todas mis tardes en clases de danza, en clases de música y actuación, que para mí el acto del colegio era algo que podía resultar lindo pero que al único ensayo al que había asistido era tanto el desorden que me tuve que ir indignada. -¿Cómo pretendían que me prestara a semejante “espectáculo” cuando hacer Teatro era justamente lo que yo amaba hacer?- Y luego rematé: - Tú me entiendes papi, porque tu también amas y respetas el Teatro-. Como buena “Prima Dona” no me acuerdo que cara pusieron, sólo me acuerdo de mi indignación. Lo cierto es que en lo sucesivo nadie me molestó nunca más con tener que participar en ningún acto en el colegio.

Por supuesto, esa seriedad aplicaba a todos los ámbitos de la vida: ¡Los amores, por supuesto!
Mis primeros grandes amores fueron mi familia, mi hermano, que fue el niñito más dulce, hermoso y generoso del universo, ¡claro! superado únicamente por Theo, esas tres amigas que se convierten en tus hermanas para el resto de la vida, los amores platónicos que se convierten en tus mejores amigos, esos dos o tres chicos que te roban el corazón y a los que alguna vez te atreves a soltarles un: ¡Te amo! y mi profesión, por supuesto, que siempre ha sido el gran amor de mi vida.

La primera vez que vi a Theo vino a mi mente eso que siempre te repiten: “El parto es doloroso pero cuando por fin ves al bebe se te quita todo” Bueno, lo siento mucho, pero no es cierto. La primera vez que vi a Theo, después de pujar casi cinco horas, pensé: - ¡Hasta que por fin saliste caramba!- Y no fue exactamente alivio y amor lo que sentí en ese momento. Sin embargo, debo confesar que sí, te empiezas como a embelezar con ese pedacito de carne que se mueve y llora. No fue sino hasta un par de días después que, sin sentirme aún convencida de llamarlo por su nombre, lo llamé: Mi amor…..¡OH!..... ¡Qué diferentes me sonaron esas dos palabras entonces! Y cómo su verdadero significado, después de 33 años de repetirlas, realmente se me reveló y me recorrió todo el cuerpo. “MI AMOR: mío, mi pequeñito hijito nacido de mí que tiene mi vida y todo mi ser en sus manos.” Así de poderosas son esas dos palabras que cotidianamente usamos sin reconocer su valor.

Más fuerte aún fue el primer día que le dije: TE AMO. Sentí vergüenza de haberme atrevido a pronunciar estas palabras antes. Pero con todo este nuevo mundo poderoso de amor profundo que se me estaba revelando descubrí algo que tampoco había conocido nunca antes: El Miedo. Hace poco un actor me dijo:- “No hay un sólo día de mi vida en que yo no me aterrorice pensando que algo pudiese pasarle a mis hijos-” Y yo pensé: ¡Que alivio! ¡No soy la única!-

Quizá es que los actores somos muy dramáticos y todo lo vivimos intensamente, porque a fin de cuentas ese es nuestro material de trabajo para el futuro. Quizá, el mundo no es ese lugar que cuida y proteje la inocencia de tantos niños incapaces de defenderse a sí mismos. Quizá es que los medios son muy amarillistas y cada noticia es espeluznante. Quizá el futuro no es lo que yo creía de niña y ese futuro no le dejará ver a mi Theo las cosas maravillosas que yo he visto: Los Roques, lleno de vida y de colores bajo el mar, el hielo en el Pico Bolivar, El Tibet y sus monjes cantando y meditando todo el día en sus monasterios con todas sus coloridas casitas milenarias alrededor, La Patagonia virgen con su Glaciar al nivel del mar, Los hermosos Samanes al borde de la autopista camino a Valencia que cada fin de semana veía de niña, La fuente natural que fluía de la tierra y nos alimentaba en el tope de una montaña en Trujillo, Los carnavales en Sabana Grande, El Ávila tupido, salvaje y verde que durante años me dejaba escapar de la ciudad cada mañana, Los pequeños y silenciosos pueblitos Andinos, Macuto... O quizá, ser padres es justamente reconocer todo esto, morir de amor y de miedo al mismo tiempo. Reconocer finalmente el peligro que hemos ignorado tranquilamente mientras nuestros padres se desvelaban por nosotros.

Lo cierto es que usualmente en algunas entrevistas que me hacían, me preguntaban: -¿A que le teme Eliana?- Yo nunca sabía muy bien que responder, el temor no formaba parte de mi vida. Ahora ya se a que le teme Eliana y ya se qué es lo que más me horroriza en el mundo. Ya no es tan fácil ver algunas películas, leer algunas noticias o tocar algunos temas. Ahora tienen todo el sentido del mundo estos versos:

“Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.”

“Los Hijos Infinitos”, Andrés Eloy Blanco.